jueves, 5 de marzo de 2009

Historia

Diversos estudios sitúan la época del poblamiento original del actual territorio continental chileno alrededor del año 10.500 adC, a finales del Paleolítico Superior. Chile prehispánico estaba poblado por una diversidad de culturas aborígenes que se ubicaron en franjas longitudinales cruzando incluso los Andes y llegando a territorios actualmente argentinos en el Atlántico. En la zona norte del país, los aimaras, atacameños y diaguitas a partir del siglo XI, establecieron culturas agrícolas fuertemente influidas por el Imperio Inca que, desde el siglo XV, dominó gran parte del territorio actual de Chile hasta el río Maule. Al sur del río Aconcagua, se establecieron las distintas comunidades seminómades de los mapuches, la principal etnia aborigen del país. En los canales australes habitaron distintos grupos indígenas como los chonos, yámanas, alacalufes y onas. En la Isla de Pascua se desarrolló una avanzada y misteriosa cultura polinésica prácticamente extinta en la actualidad.

Hernando de Magallanes fue el primer explorador europeo en reconocer el territorio chileno al recorrer, en 1520, el estrecho que hoy lleva su nombre. En 1535 los conquistadores españoles intentaron hacerse con las tierras del "valle de Chile" tras conquistar el Imperio Inca. La primera expedición, liderada por Diego de Almagro, fracasó. Pedro de Valdivia intentaría nuevamente conquistar las tierras al sur del continente, atravesando el desierto de Atacama.

Valdivia fundó una serie de asentamientos, el primero, y más importante, el 12 de febrero de 1541, Santiago de Nueva Extremadura. Valdivia inicia posteriormente una dura campaña militar hacia los territorios más al sur, enfrentándose a las tribus mapuches, iniciando la Guerra de Arauco, donde murió capturado por una embozcada iniciada por el toqui mapuche Lautaro. Alonso de Ercilla relataró por extenso esta primera fase de la guerra en su obra La Araucana (1576). Este enfrentamiento bélico se extendería a lo largo de tres siglos, aunque con distintas etapas de paz gracias a la realización de "parlamentos" como el de Quilín en 1641 que estableció un límite entre el gobierno colonial y las tribus indígenas a lo largo del río Biobío, dando nombre a la zona conocida hasta el día de hoy como La Frontera.

La Capitanía General de Chile (también llamado Reino de Chile) sería una de las colonias más australes del Imperio Español. Debido a su posición alejada de los grandes centros y rutas comerciales imperiales y el conflicto con los mapuches, Chile fue una provincia pobre perteneciente al rico Virreinato del Perú, cuya economía estaba destinada sólo a sustentar al Virreinato con materias primas (sebo, cueros, trigo) y a los pocos habitantes españoles del territorio chileno.

En 1810, comienza un proceso de búsqueda de la autodeterminación de Chile, con el establecimiento de la Primera Junta de Gobierno, iniciando un periodo conocido como Patria Vieja, que duraría hasta el Desastre de Rancagua en 1814, cuando las tropas realistas reconquistarían el territorio. Las tropas independentistas, refugiadas en Mendoza, formarían junto a las tropas argentinas el Ejército de los Andes comandado por el General en Jefe José de San Martín que liberaría Chile tras la batalla de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817. Al año siguiente, se declararía la Independencia de Chile, durante el gobierno del Director Supremo Bernardo O'Higgins.

O'Higgins inicia un período de reformas que provocan el descontento de gran parte de la oligarquía, lo que causa su abdicación en 1823. Durante los 7 años siguientes, Chile se vería sometido a una serie de procesos que buscaban dar organización al nuevo país. Tras una serie de intentos fallidos y la victoria conservadora en la Revolución de 1829, se da inicio a un período de estabilidad en la llamada República Conservadora cuyo máximo referente fue el ministro Diego Portales, que sentaría las bases de la organización del país durante gran parte del siglo XIX, con la Constitución de 1833.

Chile lentamente comenzó a expandir su influencia y a establecer sus fronteras. La economía comenzó a tener un gran auge debido al descubrimiento del mineral de plata de Chañarcillo y al creciente comercio del puerto de Valparaíso, lo que llevó a un conflicto por la supremacía marítima en el Pacífico con el Perú. La formación de la Confederación Perú Boliviana fue considerada como una amenaza para la estabilidad del país y Portales declaró la guerra que terminaría con la victoria chilena en la Batalla de Yungay (1839) y la disolución de la Confederación. Al mismo tiempo, se intentó afianzar la soberanía en el sur de Chile intensificando la penetración en la Araucanía y la colonización de Llanquihue con inmigrantes alemanes. La región de Magallanes fue incorporada en 1843 y la zona de la Antofagasta, en aquel entonces territorio boliviano, comenzó a ser poblada.

Tras treinta años de gobierno conservador, en 1861 se inició un período de dominio del Partido Liberal que se caracterizaría por la riqueza económica obtenida de la explotación minera del salitre en la zona de Antofagasta, lo que provocaría diferencias limítrofes con Bolivia, país que reclamaba dicho territorio como suyo. En 1865, Chile entró en guerra contra España por una serie de desafortunadas circunstancias. El 31 de marzo de 1866, la escuadra española al mando del almirante Casto Méndez Núñez bombardeó por 3 horas la ciudad de Valparaíso. El conflicto fue exclusivamente marítimo y terminó formalmente en 1883 con la firma del Tratado de Paz y Amistad entre ambas naciones.

Aunque Chile y Bolivia firmaron tratados de límites en 1866 y 1874, no lograron resolver sus disputas y el 14 de febrero de 1879, Chile desembarcó sus tropas en el puerto de Antofagasta, iniciando las acciones militares contra Bolivia. Perú había firmado previamente un pacto de alianza con Bolivia, por lo que Chile le declaró a ambos la guerra el 5 de abril de aquel año, dando inicio formal a la Guerra del Pacífico, que finalizaría con la victoria chilena en la batalla de Huamachuco, el 10 de julio de 1883, y las firmas del Tratado de Ancón con Perú y el Pacto de Tregua con Bolivia de 1884. Tras el conflicto, Chile obtuvo el dominio sobre el departamento boliviano de Antofagasta y las provincia peruanas de Tarapacá, Arica y Tacna (esta última en posesión hasta 1929) y logró resolver sus asuntos limítrofes con Argentina en la Patagonia y la Puna de Atacama. Al mismo tiempo, se logró el fin de la Guerra de Arauco con la Pacificación de la Araucanía en 1881 y la incorporación de la Isla de Pascua en 1888.

En 1891, el conflicto entre el presidente José Manuel Balmaceda y el Congreso desencadenó la Guerra Civil en la que los congresistas lograron la victoria e implantaron la República Parlamentaria. Estos años se caracterizaron, a pesar del auge económico, por una inestabilidad política y el inicio del movimiento proletario de la llamada Cuestión Social. Esto porque existía una desigual distribución de la riqueza la cual se fue haciendo insostenible en la medida que pasaba el tiempo. Tras años de dominio de la oligarquía, fue electo Arturo Alessandri que se transformó en un puente provisorio entre la élite y la "querida chusma" (como él llamaba al pueblo), el proletariado que se encontraba cada vez más agitado. La crisis se agudizó y llevó a la renuncia de Alessandri en dos oportunidades luego de promulgar la Constitución de 1925, que dio origen a la República Presidencial.

Carlos Ibáñez del Campo asumió el gobierno en 1927 con gran respaldo popular, pero los estragos de la Primera Guerra Mundial (en la que el país se declaró neutral), la mala política económica en el uso de los recursos y la Gran Depresión acabaron con la riqueza creada por la extracción del salitre, produciendo una fuerte crisis económica en el país. Ibáñez renunció en 1932 y la inestabilidad política se acentuó tras un golpe militar que da origen a la República Socialista de Chile que sólo duraría 12 días, antes de que Alessandri reasumiera el poder y recuperara la economía, lo que no aplacó la tensión entre los partidos políticos. La crisis política también era social; nuevos actores sociales exigían transformaciones a la manera de pensar el país. En ese escenario, Pedro Aguirre Cerda es elegido Presidente en 1938 bajo una alianza que se oponía a los tradicionales gobiernos de la élite chilena.

El gobierno de Aguirre Cerda dio inicio a un período de gobiernos del Radicalismo y logró realizar diversos cambios, principalmente en el área económica, al sentar las bases de la industrialización chilena, a través de la creación de la CORFO. También puso mayor atención a los problemas sociales y estableció la reclamación sobre el Territorio Chileno Antártico, pero su gobierno se vio truncado por la temprana muerte del mandatario. Juan Antonio Ríos, su sucesor, tuvo que enfrentarse a la oposición y a las presiones de Estados Unidos para declarar la guerra al Eje durante la Segunda Guerra Mundial, países con los que rompe relaciones diplomáticas en 1943 y posteriormente le declara la guerra a Japón en 1945. Tras ser apoyado por el Partido Comunista, el radical Gabriel González Videla es electo Presidente en 1946. Sin embargo, al inicio de la Guerra Fría, el alineamiento del país a las potencias occidentales, motivó la prohibición del comunismo a través de la llamada Ley Maldita. En 1952, Ibáñez regresó a la política y fue electo con el apoyo ciudadano, pero lo pierde tras una serie de medidas de estilo liberal para revitalizar la economía.

En 1958, es electo el independiente de derecha Jorge Alessandri, con un 31,6% siendo ratificado ampliamente por el Congreso Pleno. A poco ejercer, debió enfrentar el caos producido por el terremoto de 1960, el más fuerte registrado en la historia, lo que no impidió la realización de la Copa Mundial de Fútbol, en 1962. En este período, se establece un sistema político llamado de "los tres tercios" compuesto por la derecha, la Democracia Cristiana y la izquierdista Unidad Popular. Temiendo una victoria de la UP, la derecha apoyó al demócrata cristiano Eduardo Frei Montalva que fue electo en 1964. A pesar de que intenta realizar su programa de gobierno llamado "Revolución en Libertad" a través de la Reforma agraria y la chilenización del cobre, a fines de su mandato, la tensión política produjo una serie de enfrentamientos. La agitación política seguía en ascenso.

En 1970 es electo Salvador Allende con el apoyo de la Unidad Popular, obteniendo el 36,3% de los votos por lo que se requirió el pronunciamiento del Congreso. Su gobierno enfrentó muchos problemas económicos externos (como la crisis mundial 1972-1973), una errática política económica, más la fuerte oposición del resto del espectro político y del gobierno estadounidense de Richard Nixon. El cobre fue nacionalizado finalmente, pero esto no impidió que el país cayera en una fuerte crisis económica y que la inflación llegara a cifras de alrededor del 600 y 800%.[4] Los enfrentamientos callejeros entre opositores y adherentes de la Unidad Popular se hicieron frecuentes, y alcanzaron altos niveles de violencia. Allende, que creía en una revolución democrática, pierde el apoyo del Partido Socialista que creía en la legitimidad de un levantamiento popular armado para retener el poder. Finalmente, el 11 de septiembre de 1973 se produce un Golpe de Estado que acaba con el gobierno de Allende, quien se suicida tras el bombardeo al palacio de La Moneda.

Tras el golpe de estado se instaura una Dictadura encabezada por Augusto Pinochet, Comandante en Jefe del Ejército. En este período, se establece una dura represión contra la oposición y se producen diversas violaciones a los derechos humanos, que termina con más de 3.000 asesinados, 35.000 torturados, más de 1.000 detenidos desaparecidos y alrededor de 200.000 exiliados. En el ámbito económico, Pinochet dirige una reestructuración del Estado ideada por los llamados Chicago Boys, quienes implantan un modelo neoliberal que aumenta el crecimiento económico, produciendo el llamado Milagro de Chile, bajo el cual el Estado cede gran parte de su importancia en la economía al sector privado.

El cambio de década genera el período de mayor crisis del Régimen. En 1978, Chile y Argentina se enfrentan en el llamado Conflicto del Beagle por el dominio de las Islas Picton, Lennox y Nueva, y que estuvo a horas de provocar una guerra entre ambos países, siendo detenida por la mediación del Papa Juan Pablo II. En 1980 Pinochet logra la aprobación de una nueva Constitución en un plebiscito cuestionado por diversos organismos internacionales. Sin embargo, la crisis económica que se produce en 1982 genera altos niveles de cesantía y de crecimiento negativo, lo cual da origen en 1983 a una serie de protestas contra el gobierno y su modelo económico, que se extenderían hasta el final de su mandato. Durante 1985, la economía logra recuperarse en el llamado Segundo Milagro, producido tras la privatización de la mayoría de las empresas estatales y la reducción del gasto social, lo que genera un explosivo crecimiento económico, pero también un aumento de la pobreza y una desigualdad creciente en la distribución del ingreso.

A fines de la década de los 1980, Pinochet debe dar inicio al proceso de retorno a la democracia que culmina con el plebiscito del 5 de octubre de 1988 y la victoria de la opción No con un 56% de los votos. Augusto Pinochet deja el cargo el 11 de marzo de 1990 y asume Patricio Aylwin como primer presidente del período conocido como la Transición, el cual se caracteriza por restaurar el régimen democrático, establecer una nueva política nacional, mantener la estructura económica del período anterior, reducir de manera importante los niveles de pobreza y reconocer las violaciones a los derechos humanos que se cometieron durante la dictadura, a través del Informe Rettig.

Su sucesor, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, asume en 1994. Su gobierno se caracteriza por un esplendor económico inicial gracias a la apertura del mercado chileno al exterior, pero a finales del mandato, una nueva crisis azota al país. Al mismo tiempo, la detención de Pinochet en Londres reaviva las diferencias políticas entre sus opositores y adherentes, el cual regresa tras dos años de detención en la capital del Reino Unido.

Tras unas reñidas elecciones, Ricardo Lagos asume en 2000 como el tercer presidente de la Concertación de Partidos por la Democracia en un ambiente económico inestable. Las acusaciones de corrupción agravan la situación a inicios de su mandato, pero luego comienza a obtener gran popularidad, a la par con la recuperación de la economía, a pesar de que a nivel de gobierno existen quejas por los niveles de desempleo, delincuencia, salud y educación. Lagos logra niveles de aprobación de un 75% en medio de la inserción del país en el concierto internacional con la participación en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y su rechazo a la invasión de Iraq y la firma de tratados de libre comercio con la Unión Europea, Estados Unidos y Corea del Sur, entre otros.

El 15 de enero de 2006, la oficialista socialista Michelle Bachelet es electa en segunda vuelta con el 53,5% de los votos. Asumió la Presidencia el 11 de marzo de 2006, convirtiéndose en la primera mujer en alcanzar dicho cargo en la historia del país, implementando desde un comienzo políticas a favor de la paridad de sexo en los principales cargos de gobierno.

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